El Proyecto Educativo de la UNAB entiende la ciudadanía como “la posibilidad que tiene la persona de ejercer su autonomía en la toma de sus decisiones, enmarcada en una propuesta valorativa que identifica al ser humano integral” (PEI, p. 28). El ejercicio de la autonomía se entiende en este sentido como el goce de derechos civiles, políticos y sociales, y también como el hacerse cargo de los deberes que demanda ser miembro de una comunidad política, desde el ámbito nacional o universal.
El ciudadano UNAB se caracteriza, de acuerdo con lo anterior, como un sujeto con un sentido de responsabilidad que se materializa en la praxis de su civilidad (tolerancia, autonomía, sensibilidad, racionalidad, etc.) y en el ejercicio de la misma ciudadanía institucional (deberes y derechos constitucionales). Solo este ciudadano puede garantizar, en principio, el desenvolvimiento profesional sólido y eficaz, con propósitos de construcción y mejoramiento de su entorno social.